viernes, 31 de julio de 2009

PARTIDO DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA

En 1987 dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) surgió la Corriente Democrática (CD) que propuso la necesidad de convertir al partido oficial en un factor de cambio que impulsara un grito en las políticas económicas del país; la no sujeción al FMI; el manejo distinto al problema de la deuda externa; el reinicio del desarrollo económico, el fomento al empleo, etc. Asimismo, que el PRI pudiera ser un agente para democratizar la vida del país empezando por su propia democratización.
La Corriente Democrática no sólo planteó darle un giro a la política económica, sino también democratizar el proceso de selección del candidato del partido oficial. Por ello su siguiente paso fue formalizar a mediados del 87 el grupo coordinador de la corriente, el cual acordó que el Ing. Cárdenas sería su precandidato de la corriente en la confrontación interna del PRI.
La aparición de la CD en el escenario nacional fue una disidencia dentro del PRI, inteligente y oportuna. Sacudió al sistema desde el primer instante y movilizó conciencias en el ámbito político, en los medios universitarios, se convirtió en el centro de polémicas periodísticas y generó simpatías y temores, estos últimos dieron lugar a una miserable acción del sistema que exhibió su debilidad, su pobreza intelectual.
El sistema político, es decir, el gobierno, del PRI y el sector privado no pudieron contener a la CD, que siguió creciendo; se dieron de alta desde el primer minuto las áreas de mayor tradición democrática y revolucionaria: el Instituto Politécnico Nacional, la Comarca Lagunera, el estado de Michoacán, después todo el país.
Se habló con otros partidos, como el Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), y se analizó la posibilidad de una campaņa sin candidato, simplemente de seņalamiento, de crítica. También se consideró la posibilidad de una campaņa con candidato y sin registro, llamando al voto en el círculo blanco. Otra posibilidad fue plasmar una candidatura con registro, necesariamente de otro partido. Finalmente se decidió que Cuauhtémoc Cárdenas se registrará como candidato a la presidencia de la República por el PARM el 14 de octubre de 1987.
Así la corriente comenzó a tomar fuerza, se le unieron algunos miembros del entonces PMS (Partido Mexicano Socialista), lo que lo enfiló hacia un proceso de ideal izquierdista. A principios del 88 la presión llegó a tanto que la corriente se separó del partido oficial, fundando el entonces Frente Democrático Nacional (FDN), después de intentar de forma fallida registrar a Cárdenas como precandidato presidencial por el PRI. Para llegar a la unidad sería necesaria la firma de un convenio entre la Corriente Democrática y el PMS. Por parte de la CD , firmarían Cuauhtémoc Cárdenas , Porfirio Muņoz Ledo, Ifigenia Martínez y Cesar Buenrostro. Por el PMS lo harían Heberto Castillo Martínez, Gilberto Rincón Gallardo, Graco Ramírez Garrido Abreu y Eduardo Valle.
Acuerdos de programa
1. El Partido Mexicano Socialista y la Corriente Democrática se comprometen a emprender una profunda reforma democrática del Estado, eliminando de inmediato el ejercicio extraconstitucional de las facultades presidenciales y el corporativismo, que se ha convertido en el sustento del régimen autoritario, la fusión de los órganos del Estado con el partido oficial y las organizaciones sociales en un mecanismo único, despojo a la sociedad de la posibilidad de influir decisivamente sobre la conducción de los asuntos de la colectividad. Mientras subsista la estructura concentrada de poderes, supeditada a los grupos oligárquicos, el Estado no podrá cumplir ningún programa económico, social y cultural que favorezca a la mayoría del pueblo y garantice el desarrollo independiente y democrático de la nación.
Compromisos Políticos
1. Si el candidato común a la Presidencia de la República obtiene la mayoría, éste manifiesta su decisión de consultar a todas las fuerzas fundamentales que apoyan esta candidatura para integrar pluralmente el gabinete. En esta consulta, el Partido Mexicano Socialista estará representado por Heberto Castillo Martínez.
2. En caso de no alcanzarse el triunfo electoral, ambas organizaciones se mantendrán en la oposición; dedicaran todos sus esfuerzos a fortalecer una gran alianza de fuerzas democráticas y a organizar e impulsar las acciones del pueblo. Por tanto, ninguno de los dirigentes del Partido Mexicano Socialista o de la Corriente Democrática podrá aceptar cargo de responsabilidad política dentro del Poder Ejecutivo y tampoco en el Judicial en tanto no exista una autentica separación de poderes.
Con base en lo anterior, el Partido Mexicano Socialista hace suya la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y procederá a su registro ante la Comisión Federal Electoral. El Partido Mexicano Socialista convoca a todos sus militantes y simpatizantes a trabajar en forma decidida a favor de la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
A las organizaciones que han celebrado convenios y concertado acuerdos con la Corriente Democrática y con el Partido Mexicano Socialista las llamamos a redoblar esfuerzos en la campaņa electoral y en la transformación democrática del país.
La segunda candidatura que se concretó fue la del PST, que se transformó en Partido del Frente Cardenista. Además, se sumarían a la candidatura de Cárdenas el Partido Social Demócrata, el Partido Verde, que fue la base de lo que es ahora el Ecologista Mexicano, el Partido Liberal, Fuerzas Populares, el Consejo Obrero Campesino de México, en fin, una serie de organizaciones sociales y políticas que conformaban una candidatura con una base amplia.
Los resultados de las elecciones presidenciales de 1988 confirmaron, pese a una enorme acción fraudulenta, el fin del dominio del partido de Estado. Los cómputos oficiales dieron al PRI 50.9 por ciento de los sufragios, 32 al FDN y 17 al Partido Acción Nacional. El Frente no sólo ganó los comicios, sino que obtuvo la votación más alta de la historia para la oposición en unos 200 distritos electorales y gran parte de los estados de la República.
El fraude electoral se pudo dar por las limitaciones orgánicas del amplio movimiento impulsado por el FDN y por el régimen legal, que permitió al gobierno ejercer un control absoluto sobre las elecciones, lo que dejó en la indefensión política y jurídica a la oposición.
La gran lección de la jornada electoral de 1988 fue que la mayoría de los mexicanos expresaron su voluntad de cambiar el sistema y las condiciones imperantes en la sociedad.
Cambiar el sistema político requería, además del voto de millones de mexicanos, la acción organizada de quienes deseaban la transformación democrática del país. Luego de conocerse los resultados de los comicios y tras la secuela de movilizaciones para presionar por el reconocimiento del triunfo de Cárdenas, la sociedad exigió un instrumento que hiciera posible la democracia.
El 21 de octubre de 1988 se proclamó la convocatoria para construir el partido de la democracia, de la Revolución Mexicana, de la unidad patriótica, de la reivindicación nacional y popular, de la constitucionalidad y el progreso. A dicha convocatoria se adhirieron, además, miles de ciudadanos sin afiliación partidista.
ORIGEN Y FUNDACIÓN DEL PRD
El Partido de la Revolución Democrática se constituyen de manera formal el 5 de mayo de 1989. Su antecedente inmediato es el Frente Democrático Nacional, el frente electoral creado para las elecciones del 6 de julio de 1988 -origen y nacimiento del PRD-, y que postuló como candidato a la presidencia de la República al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Esta fecha recuerda la gran movilización social, civil y política que se desarrolló a escala nacional en contra del fraude electoral orquestado por el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), así como al impulso de un movimiento democrático, plural, amplio, que fortaleció la lucha convergente por las transformaciones urgentes de carácter económico, político, social y cultural en México.
Tres son las corrientes políticas fundamentales que logran conjuntarse en el PRD:
La Corriente Democrática del PRI.
La Izquierda Socialista, representada por el Partido Mexicano Socialista (PMS), creado en marzo de 1987, y que incorporó las experiencias del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), que a su vez, es fruto de la unidad en 1981 del Partido Comunista Mexicano (PCM), la Coalición de Izquierda y el Movimiento de Acción Popular.
La Izquierda Social, que englobaba lo mismo a organizaciones sociales como la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México, la Unión de Colonias Populares, la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, que a agrupamientos de activistas políticos con presencia en el medio social como la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), la Organización Revolucionaria Punto Crítico (ORPC), la Organización de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas (OIR-LM, particularmente en el D.F.) y el Movimiento al Socialismo.
Pero sin duda, su riqueza social, civil y política está simbolizada en la integración de cientos y miles de ciudadanos que fueron testigos y participantes de las gestas y luchas más importantes del pueblo de México en este siglo después de la revolución de 1910-17:
La acción ejemplar y patriótica del presidente Lázaro Cárdenas de la expropiación petrolera; la repartición de tierras para el desarrollo de los ejidos en el país, y las acciones para favorecer al campo mexicano; la lucha de los ferrocarrileros de 1958 y la democratización sindical; la lucha de los maestros y la de los médicos en los 60's; el movimiento estudiantil del 68; la lucha de la guerrilla urbana y rural de los 70's; la lucha de los trabajadores electricistas en la Tendencia Democrática del SUTERM a mediados de los 70's; las Coordinadoras de masas de los sectores magisterial, campesino y urbano popular de los aņos 80's; el fortalecimiento del movimiento popular y ciudadano en la respuesta organizada para el rescate de nuestros heridos y nuestros muertos, así como en la reconstrucción, por los sismos de septiembre de 1985 en la ciudad de México y, el desarrollo de una sociedad civil, solidaria, creativa y profesional en impulso y crecimiento por la defensa y protección de los derechos humanos, en la educación popular, en la participación ciudadana y en la lucha por la democracia en esta década de los 90.

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