viernes, 31 de julio de 2009

PARTIDO NUEVA ALIANZA


PARTIDO NUEVA ALIANZA

Nueva Alianza representa una idea que nace de la esperanza de tener un partido diferente, un partido nuevo, con ideas jóvenes y con respuestas para quienes se sienten decepcionados de la vida política tradicional.
Por otra parte, en nuestro país no existía ningún partido que, de manera clara y abierta, rescatara la ilustre tradición liberal mexicana, representada por personajes tan destacados como Benito Juárez, Guillermo Prieto, Melchor Ocampo, y otros.
Es así que Nueva Alianza surge de la unión de las agrupaciones Conciencia Política y Movimiento Indígena Popular, ayudados también por ciudadanos que comparten el sueño del México que queremos.

Un México con educación como principal fuerza motriz.
A partir de los resultados del 2 de Julio de 2006, Nueva Alianza se constituyó como la cuarta fuerza política de México, al conseguir el 4.68 por cierto de la votación total emitida, lo que se traduce en 1’883,494 sufragios, y la conservación del registro ante el Instituto Federal Electoral.


Jorge Kahwagi Macari Presidente.
Senador Fermín Trujillo Fuentes Secretaría General.
Diputada Monica T. Arriola GordilloCoordinadora Ejecutiva de Vinculación.
Roberto Pérez de Alva Blanco Coordinador Ejecutivo Político Electoral.
Eduardo Guzman Romero Coordinador Ejecutivo de Finanzas.


Para impulsar el progreso de nuestra nación y su arribo a la modernidad, creamos una plataforma liberal, basada en los siguientes:
Principios Políticos Igualdad, libertad y dignidad de los ciudadanos. Gobernabilidad, participación política y equidad. Seguridad jurídica. Principios de no intervención y soberanía en política exterior.
Principios Económicos Economía de mercado. Desarrollo integral. Desarrollo regional. Combate a la pobreza. Desarrollo participativo.
Principios Sociales Calidad y equidad de la educación. Oportunidades laborales. Política migratoria. La familia como eje central de la sociedad. Igualdad y dignidad. Defensa del medio ambiente. Libertad de prensa.

Nueva Alianza es hoy por hoy, la expresión electoral y partidaria de una corriente liberal que ha venido emergiendo durante los últimos procesos electorales, tanto en el ámbito nacional como en el local, hoy, este nuevo emblema partidario ha logrado incorporar a un número muy importante de cuadros, de identidades e ideas que sin lugar a dudas han enriquecido y ampliado las posibilidades de Nueva Alianza en el sistema de partidos.
En este sentido Nueva Alianza, emerge hoy en la escena política otorgando certidumbres a quienes pudieran simpatizar con esta fuerza, de que Nueva Alianza seguirá siendo sobre todas las cosas un referente amplio en propuestas para transformar el espacio de lo publico, así como para marcar al proceso en el que se encuentra inmerso otorgándole iniciativas bien definidas para la consolidación democrática.
Nueva Alianza se mira como una expresión de futuro capaz de incorporar en su identidad ideológica y orgánica a una amplísima gama de nuevos actores y causas las cuales son el presente motor esencial de su actuación política.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MEXICO


PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MEXICO

-1986.
-Partido Verde Mexicano (PVM).
-Jorge González Torres.
-1991.
-Partido Ecologista de México (PEM).
-1993.
-Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
-Jorge Emilio González Martínez “el niño verde”.


El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) es un partido político mexicano. En las elecciones federales del año 2000 formó junto con el Partido Acción Nacional (PAN) la alianza por el cambio, la cual resultó vencedora de los comicios consiguiendo la presidencia de la república para su candidato, Vicente Fox Quezada.
El partido ha basado su propuesta en la conservación del ambiente y de los recursos naturales, y el combate a la corrupción. Asimismo, se ha declarado distante de la política tradicional mexicana. En las elecciones federales de 1994 y 1997 el partido incrementó notablemente su votación, con lo que logró posicionarse como cuarta fuerza política en México. En esta capacidad el partido acordó aliarse con el PAN para participar en las elecciones federales del 2000 bajo el nombre Alianza por el cambio. Esta Alianza logró la victoria a la elección presidencial, pero en el 2001 el partido se deslindó de la administración del Presidente Vicente Fox por considerar que no se cumplían acuerdos establecidos acuerdos establecidos en materia ambiental.


Para las elecciones federales de 2003, el PVEM se alió en 100 de trescientos distritos electorales con el Partido Revolucionario Institucional, formando la Alianza para Todos y obteniendo 17 escaños en la Cámara de Diputados, 14 de ellos de representación proporcional. En el senado, el PVEM quedó con 5 escaños, uno de mayoría y el resto de representación proporcional. Desde entonces hasta la actualidad, el PVEM se ha aliado con el PRI en la mayoría de las elecciones para gobernadores de los estados.
Para la candidatura a la presidencia de 2006, El PVEM tuvo como candidato a Bernardo de la Garza, miembro del Congreso de la Unión. Inició una fuerte campaña de publicidad en televisión promoviendo iniciativas ambientales y de combate a la corrupción, que lo llevaron a adquirir cierto respaldo en algunos sectores de la población. Finalmente, a finales de Noviembre de 2005, el Partido Verde decidió declinar y presentar a Roberto Madrazo del Partido Revolucionario Institucional, como su candidato.


-Jorge González Torres: (Dirigente en el Distrito Federal).
-Jorge Emilio González Martínez: (Presidente del PVEM).
- Bernardo de la Garza: (Candidato a la Presidencia en el D.F).
-Israel Chávez Pozas: (Regidor en el Municipio de Querétaro).
-Sergio Augusto López Ramírez: (Dirigente en Aguascalientes).
-José de Jesús Galindo Rosas: (Presidente estatal de Sinaloa).
-Evilia Pérez Jaquez: (Diputada local por el Distrito II en Ciudad Juárez, Chihuahua).
-Edelmira Orizaga Rodríguez: (Diputada Federal por el 5° Distrito de Cuautla).
- Ana Isabel Moreno Hurtado: (Candidata a la Presidencia de Cuautla, Morelos).

PARTIDO CONVERGENCIA

HISTORIA DE CONVERGENCIA - EL PRINCIPIO

Convergencia por la Democracia solicitó su registro como Agrupación Política Nacional en 1996. Le fue otorgado en enero de 1997.
El 5 de diciembre de 1998, Convergencia por la Democracia efectuó en la ciudad de México, su Asamblea Nacional Constitutiva como Partido Político Nacional.
El 1° de agosto de 1999, el Instituto Federal Electoral (IFE) notificó a la dirigencia de Convergencia que contaba formalmente con registro y con la personalidad jurídica de Partido Político Nacional.
La primera dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Convergencia fue encabezada por el Lic. Dante Delgado Rannauro (1999-2002), a quien acompañó en la Secretaría General del partido el Lic. Enrique Herrera Bruqueta hasta el año 2001.


IDEOLOGÍA
Desde su origen, Convergencia suscribe como ideología política los valores y los principios de la Socialdemocracia Renovada, que consisten en promover la igualdad y la equidad, la protección de los débiles, la libertad como autonomía, ningún derecho sin responsabilidad, ninguna autoridad sin democracia, el pluralismo y la defensa de los derechos fundamentales del ser humano, entre otros. Reconoce, además, la necesidad de respetar la libertad individual y la elección personal, pugnando en todo momento por una justicia social para todos los mexicanos.
Para Convergencia, la Socialdemocracia representa hoy una orientación política que acepta el sistema de libre mercado como la mejor manera de organizar la producción de bienes y servicios requeridos para la satisfacción de necesidades materiales, pero al mismo tiempo tiene como objetivo fundamental la intervención del Estado para asegurar que los beneficios y dividendos sean producidos y distribuidos de una manera que se asegure una vida cabal y plena para toda la sociedad.


EL PROCESO ELECTORAL FEDERAL DEL 2000
De agosto de 1999 a julio del 2000, Convergencia promovió y se sumó a la “Alianza por México”, integrada también por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT), el Partido Alianza Social (PAS) y el Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN), para participar en las elecciones federales del 2 de julio de 2000, que postuló como candidato a la presidencia al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Como resultado de esas elecciones federales, Convergencia obtuvo: una senaduría, dos diputaciones federales y una diputación local en el Distrito Federal; así como en alianza con el PRD y el PT, la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal.
En los procesos locales del 2001 y 2002, Convergencia ganó con perfiles ciudadanos, las presidencias municipales de las capitales de los estados de Veracruz y Oaxaca.


LA SEGUNDA ASAMBLEA NACIONAL
El 16 de agosto de 2002, en la ciudad de Puebla, Puebla, Convergencia efectuó su Segunda Asamblea Nacional, en la que se determinó acortar el nombre de “Convergencia por la Democracia” a solo “Convergencia” y reelegir por tres años a la dirigencia nacional del partido (2002-2006).
Por designación ante el Consejo Nacional del partido, en el mes de julio de 2003, el Dr.a Alejandro Chanona Burguete fue designado Secretario General.
EL PROCESO ELECTORAL FEDERAL DEL 2003
En los comicios federales para renovar la Cámara de Diputados en el 2003, Convergencia participó sin coaligarse con ningún partido político. Obtuvo entonces 605,811 votos, que representaron el 2.53 por ciento de la votación nacional, con lo que mantuvo su registro. Derivado de ello, Convergencia logró obtener 5 diputados federales, lo que le permitió, por primera vez, contar con una Fracción Parlamentaria en el Congreso de la Unión.
Durante los procesos locales del 2004 y 2005, el partido continuó incrementando su presencia electoral a lo largo y ancho del país.
En el 2005 ganó, en alianza con el PRD y el Partido de la Revolución Socialista (PRS), la gubernatura del estado de Guerrero.


LA TERCERA ASAMBLEA NACIONAL
El 11 de febrero de 2006 en la ciudad de Tlaxcala, Tlaxcala, tuvo lugar la Tercera Asamblea Nacional en la que fueron electos para el período 2006-2010, el Lic. Luis Maldonado Venegas y el Lic. Pedro Jiménez León, como Presidente y Secretario General de Convergencia, respectivamente.
Durante la Tercera Asamblea se establecieron tres objetivos estratégicos a los que se abocaría la nueva administración nacional:
Lealtad a los principios socialdemócratas.
Unidad y cohesión del partido.
Crecimiento y consolidación de Convergencia.


LA TERCERA ASAMBLEA NACIONAL
El 11 de febrero de 2006 en la ciudad de Tlaxcala, Tlaxcala, tuvo lugar la Tercera Asamblea Nacional en la que fueron electos para el período 2006-2010, el Lic. Luis Maldonado Venegas y el Lic. Pedro Jiménez León, como Presidente y Secretario General de Convergencia, respectivamente.
Durante la Tercera Asamblea se establecieron tres objetivos estratégicos a los que se abocaría la nueva administración nacional:
Lealtad a los principios socialdemócratas.
Unidad y cohesión del partido.
Crecimiento y consolidación de Convergencia.


EL PROCESO ELECTORAL FEDERAL DEL 2009
Con miras a las elecciones intermedias del 5 de julio del 2009, Convergencia convino con el PT en conformar una coalición electoral denominada “Coalición Frente Amplio Progresista”. El 10 de diciembre del 2008, el convenio de coalición fue firmado y presentado por Convergencia y el PT al Consejo General del IFE. El 22 de diciembre, el IFE aprobó el mencionado Convenio de “Coalición Frente Amplio Progresista”; sin embargo, por una impugnación, el nombre de dicha coalición electoral cambió a “Coalición Por el Bien de Todos, Primero los Pobres”. Debido a que fue rechazada esta segunda propuesta ante el Consejo General del IFE, se convino como tercera opción para el nombre de la coalición el de “Salvemos a México”, denominación que fue validada por el IFE el 14 de enero del 2009.
Además, de manera sucesiva, se han adherido a la coalición “Salvemos a México” organizaciones políticas y sociales como el Partido de los Trabajadores (25 de noviembre del 2008); el Partido Popular Socialista (26 de noviembre del 2008); Movimiento Cívico (11 de diciembre del 2008) y la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (16 de diciembre del 2008). Asimismo, el 30 de diciembre del 2008, firmaron acuerdos de colaboración con la coalición “Salvemos a México” las siguientes agrupaciones políticas: Unidad Nacional Progresista, Parnaso Nacional, Confederación Nacional de Ciudadanos, Profesionales por México, Deporte y Sociedad en Movimiento, Poder Ciudadano, y Propuesta Cívica.


MISIÓN
SER LA ALTERNATIVA POLÍTICA DE LOS CIUDADANOS, QUE HAGA REALIDAD SUS DEMANDAS Y ASPIRACIONES A TRAVÉS DE UN GOBIERNO DE LA SOCIEDAD.

VISIÓN
SER LA OPCIÓN POLÍTICA QUE GARANTICE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA POLÍTICO EN LOS TRES ORDENES DE GOBIERNO, EL FORTALECIMIENTO DEL SISTEMA ELECTORAL AUTONOMO E IMPARCIAL Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA TOMA DE DECISIONES, PARA HACER REALIDAD LAS DEMANDAS LEGÍTIMAS DE LA SOCIEDAD


ARTURO GUERRERO ORDOÑEZ NACIO EN SINALOA, SU INFANCIA FUE APOYADA POR UN SACERDOTE, PARA QUE EL LOGRARA SER CONTADOR.
POR SU DESEO DE SALIR ADELANTE SALE DE SU PUEBLO NATAL Y SE VA A TRABAJAR A LA CIUDAD DE MEXICO.
SE DEDICO A VENDER EXTINGUIDORES, Y A FUTURO FUE EL MEJOR VENDEDOR AUN EN EPOCA DE CRISIS.
EMIGRA A LA CIUDAD DE CUAUTLA POR TRABAJO Y SE CONVIERTE EN ASESOR DE EMPRESAS.
SE CERTIFICA COMO CONTADOR INTERNACIONAL, EN DONDE EL PUEDE LABORAR EN ESTADOS UNIDOS, CANADA Y MEXICO, DENTRO DEL TRATADO DEL LIBRE COMERCIO.
SE INTEGRA AL COLEGIO DE CONTADORES DE CUAUTLA.
ENTRA A TRABAJAR COMO TESORERO EN EL AYUNTAMIENTO DE CUAUTLA, Y CON EL TIEMPO DEJA EL CARGO PARA SER EL CANDIDATO DEL PARTIDO ACCION NACIONAL.
POR UNA DIFERENCIA CON EL ALCALDE Y LA MALA ADMINISTRACION DE RECURSOS, SE REEMPLAZA POR JESUS ALBERTO MARTINEZ BARRON.
EL BUSCA OTRA OPCION, Y CONVERGENCIA LO LANZA COMO CANDIDATO A PRESIDENTE DE CUAUTLA.

PARTIDO DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA


PARTIDO DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA

En 1987 dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) surgió la Corriente Democrática (CD) que propuso la necesidad de convertir al partido oficial en un factor de cambio que impulsara un grito en las políticas económicas del país; la no sujeción al FMI; el manejo distinto al problema de la deuda externa; el reinicio del desarrollo económico, el fomento al empleo, etc. Asimismo, que el PRI pudiera ser un agente para democratizar la vida del país empezando por su propia democratización.
La Corriente Democrática no sólo planteó darle un giro a la política económica, sino también democratizar el proceso de selección del candidato del partido oficial. Por ello su siguiente paso fue formalizar a mediados del 87 el grupo coordinador de la corriente, el cual acordó que el Ing. Cárdenas sería su precandidato de la corriente en la confrontación interna del PRI.
La aparición de la CD en el escenario nacional fue una disidencia dentro del PRI, inteligente y oportuna. Sacudió al sistema desde el primer instante y movilizó conciencias en el ámbito político, en los medios universitarios, se convirtió en el centro de polémicas periodísticas y generó simpatías y temores, estos últimos dieron lugar a una miserable acción del sistema que exhibió su debilidad, su pobreza intelectual.
El sistema político, es decir, el gobierno, del PRI y el sector privado no pudieron contener a la CD, que siguió creciendo; se dieron de alta desde el primer minuto las áreas de mayor tradición democrática y revolucionaria: el Instituto Politécnico Nacional, la Comarca Lagunera, el estado de Michoacán, después todo el país.
Se habló con otros partidos, como el Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), y se analizó la posibilidad de una campaņa sin candidato, simplemente de seņalamiento, de crítica. También se consideró la posibilidad de una campaņa con candidato y sin registro, llamando al voto en el círculo blanco. Otra posibilidad fue plasmar una candidatura con registro, necesariamente de otro partido. Finalmente se decidió que Cuauhtémoc Cárdenas se registrará como candidato a la presidencia de la República por el PARM el 14 de octubre de 1987.
Así la corriente comenzó a tomar fuerza, se le unieron algunos miembros del entonces PMS (Partido Mexicano Socialista), lo que lo enfiló hacia un proceso de ideal izquierdista. A principios del 88 la presión llegó a tanto que la corriente se separó del partido oficial, fundando el entonces Frente Democrático Nacional (FDN), después de intentar de forma fallida registrar a Cárdenas como precandidato presidencial por el PRI. Para llegar a la unidad sería necesaria la firma de un convenio entre la Corriente Democrática y el PMS. Por parte de la CD , firmarían Cuauhtémoc Cárdenas , Porfirio Muņoz Ledo, Ifigenia Martínez y Cesar Buenrostro. Por el PMS lo harían Heberto Castillo Martínez, Gilberto Rincón Gallardo, Graco Ramírez Garrido Abreu y Eduardo Valle.
Acuerdos de programa
1. El Partido Mexicano Socialista y la Corriente Democrática se comprometen a emprender una profunda reforma democrática del Estado, eliminando de inmediato el ejercicio extraconstitucional de las facultades presidenciales y el corporativismo, que se ha convertido en el sustento del régimen autoritario, la fusión de los órganos del Estado con el partido oficial y las organizaciones sociales en un mecanismo único, despojo a la sociedad de la posibilidad de influir decisivamente sobre la conducción de los asuntos de la colectividad. Mientras subsista la estructura concentrada de poderes, supeditada a los grupos oligárquicos, el Estado no podrá cumplir ningún programa económico, social y cultural que favorezca a la mayoría del pueblo y garantice el desarrollo independiente y democrático de la nación.
Compromisos Políticos
1. Si el candidato común a la Presidencia de la República obtiene la mayoría, éste manifiesta su decisión de consultar a todas las fuerzas fundamentales que apoyan esta candidatura para integrar pluralmente el gabinete. En esta consulta, el Partido Mexicano Socialista estará representado por Heberto Castillo Martínez.
2. En caso de no alcanzarse el triunfo electoral, ambas organizaciones se mantendrán en la oposición; dedicaran todos sus esfuerzos a fortalecer una gran alianza de fuerzas democráticas y a organizar e impulsar las acciones del pueblo. Por tanto, ninguno de los dirigentes del Partido Mexicano Socialista o de la Corriente Democrática podrá aceptar cargo de responsabilidad política dentro del Poder Ejecutivo y tampoco en el Judicial en tanto no exista una autentica separación de poderes.
Con base en lo anterior, el Partido Mexicano Socialista hace suya la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y procederá a su registro ante la Comisión Federal Electoral. El Partido Mexicano Socialista convoca a todos sus militantes y simpatizantes a trabajar en forma decidida a favor de la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
A las organizaciones que han celebrado convenios y concertado acuerdos con la Corriente Democrática y con el Partido Mexicano Socialista las llamamos a redoblar esfuerzos en la campaņa electoral y en la transformación democrática del país.
La segunda candidatura que se concretó fue la del PST, que se transformó en Partido del Frente Cardenista. Además, se sumarían a la candidatura de Cárdenas el Partido Social Demócrata, el Partido Verde, que fue la base de lo que es ahora el Ecologista Mexicano, el Partido Liberal, Fuerzas Populares, el Consejo Obrero Campesino de México, en fin, una serie de organizaciones sociales y políticas que conformaban una candidatura con una base amplia.
Los resultados de las elecciones presidenciales de 1988 confirmaron, pese a una enorme acción fraudulenta, el fin del dominio del partido de Estado. Los cómputos oficiales dieron al PRI 50.9 por ciento de los sufragios, 32 al FDN y 17 al Partido Acción Nacional. El Frente no sólo ganó los comicios, sino que obtuvo la votación más alta de la historia para la oposición en unos 200 distritos electorales y gran parte de los estados de la República.
El fraude electoral se pudo dar por las limitaciones orgánicas del amplio movimiento impulsado por el FDN y por el régimen legal, que permitió al gobierno ejercer un control absoluto sobre las elecciones, lo que dejó en la indefensión política y jurídica a la oposición.
La gran lección de la jornada electoral de 1988 fue que la mayoría de los mexicanos expresaron su voluntad de cambiar el sistema y las condiciones imperantes en la sociedad.
Cambiar el sistema político requería, además del voto de millones de mexicanos, la acción organizada de quienes deseaban la transformación democrática del país. Luego de conocerse los resultados de los comicios y tras la secuela de movilizaciones para presionar por el reconocimiento del triunfo de Cárdenas, la sociedad exigió un instrumento que hiciera posible la democracia.
El 21 de octubre de 1988 se proclamó la convocatoria para construir el partido de la democracia, de la Revolución Mexicana, de la unidad patriótica, de la reivindicación nacional y popular, de la constitucionalidad y el progreso. A dicha convocatoria se adhirieron, además, miles de ciudadanos sin afiliación partidista.
ORIGEN Y FUNDACIÓN DEL PRD
El Partido de la Revolución Democrática se constituyen de manera formal el 5 de mayo de 1989. Su antecedente inmediato es el Frente Democrático Nacional, el frente electoral creado para las elecciones del 6 de julio de 1988 -origen y nacimiento del PRD-, y que postuló como candidato a la presidencia de la República al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Esta fecha recuerda la gran movilización social, civil y política que se desarrolló a escala nacional en contra del fraude electoral orquestado por el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), así como al impulso de un movimiento democrático, plural, amplio, que fortaleció la lucha convergente por las transformaciones urgentes de carácter económico, político, social y cultural en México.
Tres son las corrientes políticas fundamentales que logran conjuntarse en el PRD:
La Corriente Democrática del PRI.
La Izquierda Socialista, representada por el Partido Mexicano Socialista (PMS), creado en marzo de 1987, y que incorporó las experiencias del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), que a su vez, es fruto de la unidad en 1981 del Partido Comunista Mexicano (PCM), la Coalición de Izquierda y el Movimiento de Acción Popular.
La Izquierda Social, que englobaba lo mismo a organizaciones sociales como la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México, la Unión de Colonias Populares, la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, que a agrupamientos de activistas políticos con presencia en el medio social como la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), la Organización Revolucionaria Punto Crítico (ORPC), la Organización de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas (OIR-LM, particularmente en el D.F.) y el Movimiento al Socialismo.
Pero sin duda, su riqueza social, civil y política está simbolizada en la integración de cientos y miles de ciudadanos que fueron testigos y participantes de las gestas y luchas más importantes del pueblo de México en este siglo después de la revolución de 1910-17:
La acción ejemplar y patriótica del presidente Lázaro Cárdenas de la expropiación petrolera; la repartición de tierras para el desarrollo de los ejidos en el país, y las acciones para favorecer al campo mexicano; la lucha de los ferrocarrileros de 1958 y la democratización sindical; la lucha de los maestros y la de los médicos en los 60's; el movimiento estudiantil del 68; la lucha de la guerrilla urbana y rural de los 70's; la lucha de los trabajadores electricistas en la Tendencia Democrática del SUTERM a mediados de los 70's; las Coordinadoras de masas de los sectores magisterial, campesino y urbano popular de los aņos 80's; el fortalecimiento del movimiento popular y ciudadano en la respuesta organizada para el rescate de nuestros heridos y nuestros muertos, así como en la reconstrucción, por los sismos de septiembre de 1985 en la ciudad de México y, el desarrollo de una sociedad civil, solidaria, creativa y profesional en impulso y crecimiento por la defensa y protección de los derechos humanos, en la educación popular, en la participación ciudadana y en la lucha por la democracia en esta década de los 90.

PARTIDO DEL TRABAJO


PARTIDO DEL TRABAJO

Fundado el 8 de diciembre de 1990 en Cd. México
es un partido de Izquierda, Socialismo Democrático
su lema es Unidad Nacional,¡Todo el Poder al Pueblo!


El Partido del Trabajo es uno de los más jóvenes de México. Se conformó a partir de la coordinación de varias organizaciones sociales, tales como los comités de Defensa Popular de Chihuahua y Durango, el Frente Popular de lucha de Zacatecas, Frente Popular "Tierra y Libertad" de Monterrrey, así como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), de la Coordinadora Nacional "Plan de Ayala" y del Movimiento Magisterial Independiente, que coincidían con su desacuerdo con el sistema establecido y sus ideas de izquierda.


En 1991 participó por primera vez en las elecciones federales de 1991, donde no alcanzó el 1.5% de la votación, que era el porcentaje mínimo necesario para obtener su registro definitivo.


en 1994 Obtuvieron cerca de un millón de votos (más del 4%) lo que garantizó el acceso a la Cámara de Diputados, y formar parte de la LVI Legislatura. les permitio contar con 10 diputados, la mayoría de ellos dirigentes de organizaciones sociales de los Estados de Nuevo León, Durango, Veracruz, Zacatecas, México y Jalisco; dos son resultado de alianzas políticas del partido, que así reconoce, en la práctica, la necesidad de sumar fuerzas a la lucha por la democracia en México. Su candidata a presidencial fue Cecilia Soto.


En las elecciones presidenciales de 2000 formó alianza con otros partidos políticos, siendo el más prominente de ellos el PRD, para crear la Alianza por México, que postuló a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la presidencia. Cárdenas quedó tercero en la elección, detrás del triunfador Vicente Fox y de Francisco Labastida. En el mismo año 2000, apoyó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador al gobierno del Distrito Federal, que resultó vencedora en los comicios locales.


En las elecciones intermedias de 2003, donde se eligió al Congreso, el PT, sin alianzas, obtuvo poco más del 2 por ciento de la votación, apenas suficiente para mantener su registro a nivel nacional. El partido ha visto decrecer las preferencias electorales a su favor, y dejó de ser la cuarta fuerza política del país, cediendo su lugar al Partido Verde Ecologista de México


En las elecciones de 2006 participo en la alianza por el bien de todos conformada por el PRD, PT y Convergencia Cuenta con 12 diputados y 5 senadores, convirtiéndolo así en la sexta posición parlamentaria

Candidato a la Presidencia Municipal Cuautla Morelos Miguel Manuel Estrada Lopez.


Actualmente, el PT cuenta con 38 diputados locales en 25 legislaturas. El PT ha buscado alianzas que le permitan posicionarse políticamente como una de las fuerzas mas importantes. Sin embargo, en los últimos dos años ha hecho alianzas con el PRI en monterrey en las elecciones para gobernatura de algunos estados.
¢En el Congreso de la Unión, el PT ha rechazado las reformas energéticas del presidente Vicente Fox, así como la creación de impuestos a alimentos, libros y medicinas, y estuvo en contra del desafuero de Andrés Manuel López Obrador.

martes, 28 de julio de 2009

PRI LOGOTIPO

PARTIDOS POLITICOS

PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL

En 1928 el entonces presidente Plutarco Elías Calles creó el Partido Nacional Revolucionario (PNR)
El 22 de noviembre un pequeño grupo de políticos afines a Calles se reunieron en la casa de Luís L. León en la calle de Londres número 156 de la Ciudad de México para iniciar los trabajos de organización del PNR. Algunos políticos del grupo fueron Gonzalo N. Santos, Emilio Portes Gil, José Manuel Puig Casauranc, Manuel Pérez Treviño, Manlio Fabio Altamirano, David Orozco y Aarón Sáenz.

Ya en diciembre de 1928, Calles fungió como primer presidente del comité directivo, Luís N. León como secretario y Manuel Pérez Treviño como tesorero.
El 5 de enero de 1929 se convocó a una convención que se llevaría a cabo el 4 de marzo de 1929 en la ciudad de Querétaro para formalizar los estatutos de la nueva organización y presentar al candidato presidencial del Partido Nacional Revolucionario (PNR), con el fin de estabilizar el país y normalizar el acceso al poder de los principales veteranos de la Revolución Mexicana. Fue un acuerdo político para que los sobrevivientes de esa guerra no se mataran entre sí.

Partido Revolucionario Institucional
En el año de 1946, con el fin de enfatizar el inicio de una nueva época donde el gobierno de México ya no sería encabezado por los líderes revolucionarios, sino por las instituciones sociales que emanaron a partir de esa guerra civil, el partido adoptó el nombre con el cual se le conoce en la actualidad: Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Este partido consiguió mantener todas las posiciones políticas de México desde el Sexenio de Plutarco Elías Calles, controlando el Congreso de la Unión, la Presidencia de la República e incluso el Poder Judicial.
En sus primeras etapas mostró una ideología Nacionalista, entre ellas por la Nacionalización del Petroleo, la Industria eléctrica además de la continua expansión de las empresas del Estado. La creación de sistemas de Salud y de Alimentación.
Debido a su estancia larga en el poder, los medios estaban estrictamente controlados como en otros países-- solamente una minúscula fracción de los medios nacionales eran del dominio público, el Partido ejercía el poder mediante una policía secreta denominada "Dirección Federal de Seguridad" (DFS) hasta 1989, cuando se refunda bajo el nombre de Centro de Investigación y Seguridad Nacional.

Hacia la tercera parte del siglo XX, el poder del partido fue disminuyendo a consecuencia de episodios como la Matanza de Tlatelolco perpetrada el 2 de octubre
Su reputación como partido preponderante, y a las crisis económicas que sufría México a partir del gobierno de Luis Echeverría Álvarez, seguido por los gobiernos de José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari que generaron fuertes devaluaciones y por consecuencia desempleo y pobreza en general, asunto que provocó el descontento en la mayoría de la población.


En 1988, se celebraron las elecciones federales, donde por primera vez compitió una izquierda unificada, representada por Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del ex presidente, Lázaro Cárdenas del Río. El PAN, oposición de derecha, competía con Manuel Clouthier. El candidato del PRI era Carlos Salinas de Gortari, quien resultó triunfador.

La legitimidad del triunfo de Salinas en las elecciones del 6 de julio de 1988 ha sido muy cuestionada, por una caída del sistema durante el proceso de conteo de los votos, anunciada por el entonces Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz.


El 2 de julio del año 2000, el PRI representado por Francisco Labastida Ochoa perdería su primera elección para presidente desde 1929, siendo ganada por la Alianza por el Cambio (PAN-PVEM) subiendo a la presidencia de la república Vicente Fox Quesada.
El reconocimiento inmediato y posterior entrega del poder por parte del gobierno encabezado por Ernesto Zedillo Ponce de León hacia el candidato de la oposición, es un hito de la historia en México, pues por primera vez la presidencia del país es transferida a un candidato opositor, legalmente y sin violencia.

Seis años después, el candidato a la elección presidencial fue el político tabasqueño Roberto Madrazo Pintado; en la elección del 2 de julio de 2006 el PRI sufrió su más grave crisis política al perder por segunda ocasión consecutiva la Presidencia de la República quedando orillado a un 3° lugar en la preferencia electoral con 9.3 millones de votos, el Candidato Roberto Madrazo Pintado no fue capaz de ganar ningún estado del país pese a tener gobernadores en 17 entidades. El PRI ganó 5 Estados en la elección de Senadores y 65 de 300 Distritos Electorales

Seis años después, el candidato a la elección presidencial fue el político tabasqueño Roberto Madrazo Pintado; en la elección del 2 de julio de 2006 el PRI sufrió su más grave crisis política al perder por segunda ocasión consecutiva la Presidencia de la República quedando orillado a un 3° lugar en la preferencia electoral con 9.3 millones de votos, el Candidato Roberto Madrazo Pintado no fue capaz de ganar ningún estado del país pese a tener gobernadores en 17 entidades. El PRI ganó 5 Estados en la elección de Senadores y 65 de 300 Distritos Electorales.

Las condiciones se propiciaron gracias a la creciente popularidad que alcanzó Andrés Manuel López Obrador candidato del PRD y a la manipulación del Gobierno a través de Vicente Fox, los conflictos internos del PRI decían que Madrazo era muy complaciente, y debido a sus grandes diferencias políticas generaron rupturas graves entre organizaciones del Partido así como militantes destacados en todo el país

El conflicto más fuerte que marcó la derrota de Roberto Madrazo fue con la dirigente del SNTE la Profesora Elba Esther Gordillo, quien aún siendo Secretaria General del CEN del PRI propició la creación del Partido Nueva Alianza, al igual que el TUCOM conformado por el coordinador de los Senadores del PRI, Enrique Jackson; el gobernador del Estado de México, Arturo Montiel; el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington; el gobernador de Nuevo León, Natividad González Paras, y el gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez.

PRESIDENTES EMANADOS DEL PRI
1928-1930: Emilio Portes Gil
1930-1932: Pascual Ortiz Rubio
1932-1934: Abelardo L. Rodríguez
1934-1940: Lázaro Cárdenas del Río
1940-1946: Manuel Ávila Camacho
1946-1952: Miguel Alemán Valdez
1952-1958: Adolfo Ruiz Cortines
1958-1964: Adolfo López Mateos
1964-1970: Gustavo Díaz Ordaz
1970-1976: Luis Echeverría Álvarez
1976-1982: José López Portillo y Pacheco
1982-1988: Miguel de la Madrid Hurtado
1988-1994: Carlos Salinas de Gortari
1994-2000: Ernesto Zedillo Ponce de León


Presidente
Lic. Guillermo del Valle Reyes
Secretaria General
Lic. Rufina Villanueva Pacheco
Secretario de Organización
Reg. Teresa López Solano
Secretario de Acción Electoral
Prof. Jaime Sánchez Vélez
Secretario de Administración y Finanzas
Lic. José Luis Arellano Cuevas
 Delegado del CEN del PRI
Lic. Juan José Castro Justo
Coordinador de Prensa Lic. Adrin Rojas Rivera  

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lunes, 13 de julio de 2009

MAS INFO PLURINOMINALES

Asigna IEE 12 curules plurinominales a a 51 Legislatura del Congreso de Morelos


CUERNAVACA. El Consejo del Instituto Estatal Electoral (IEE) llevó a cabo ayer la asignación de las 12 diputaciones plurinominales a la 51 Legislatura del Congreso de Morelos, con lo que se confirmó que el priísta Guillermo del Valle Reyes se quedó sin su curul. Las diputaciones plurinominales locales quedaron en manos de los partidos Acción Nacional (tres), de la Revolución Democrática (tres), Verde Ecologista de México (dos), Convergencia (dos), del Trabajo (una) y Nueva Alianza (una).El Partido Revolucionario Institucional no tuvo acceso a plurinominal, pues dársela implicaría una sobre representación con relación al porcentaje de votación que obtuvo en la elección de diputados locales.En tanto, el Partido Social Demócrata se quedó a una décima de punto de obtener una diputación plurinominal.De este modo, la 51 Legislatura del Congreso de Morelos estará conformada por 15 diputados del PRI (todos uninominales), seis del PAN (tres uninominales y tres plurinominales), tres del PRD, del PVEM, dos de Convergencia, uno del PT y uno de Nueva Alianza.Los diputados plurinominales son: Luis Miguel Ramírez Romero, Juana Barrera Amezcua, Rufo Antonio Villegas Higareda (PAN), Rabindranath Salazar Solorio, Hortensia Figueroa Peralta, Fidel Demédicis Hidalgo (PRD), Tanía Valentina Rodríguez Ruiz (PT), Javier Estrada González, Karem Villegas Montoya (PVEM), Luis Arturo Cornejo Alatorre, Jessica María Guadalupe Ortega de la Cruz (Convergencia) y Othón Sánchez Vela (Nueva Alianza).De acuerdo al conteo total de la elección de diputados locales, el PAN obtuvo el 21.52 por ciento de la votación, el PRI el 28.02, el PRD el 15.95, el PT el 4.90, el PVEM el 8.47, Convergencia el 7.56, Nueva Alianza el 5.31 y el PSD el 2.99, es decir estuvo a una décima de punto para alcanzar una curul. Los votos nulos sumaron el 5.28.De los candidatos a diputados plurinominales destacan Luis Manuel Ramírez, secretario general del PAN en el estado; Rabindranth Salazar, ex alcalde de Jiutepec; Fidel Demédicis, quien repite; Javier Estrada, quien además de repetir en el cargo es presidente del PVEM; Luis Arturo Cornejo, ex presidente estatal del PRI y hoy militante de Convergencia, y Othón Sánchez.Asimismo, ayer el Consejo del IEE llevó a cabo la asignación de regidores a los 33 ayuntamientos de Morelos, siendo el PRI el que obtuvo el mayor número de posiciones, ya que se impuso en 15 municipios; el PAN en siete; PRD tres; Convergencia y PT dos; PSD y PVEM una.Entran como regidores del PRI por Cuernavaca Mario Alfonso Chávez Ortega, nieto de Lauro Ortega Martínez, ex líder nacional y ex gobernador de Morelos; Gustavo Petricioli Morales, hijo del Gustavo Petricioli Iturbide, ex embajador de México en Estados Unidos, ex director de Capufe, entre otros cargos, y Carlos Riva Palacio Than, hijo de Antonio Riva Palacio López, ex mandatario estatal.Junto con ellos van Guillermina Sánchez Cortés, Jorge Israel Meade González y Vera Carolina Sisniega Aspe.Acción Nacional metió como regidores por Cuernavaca a Marco Antonio Martínez Dorantes, Hortensia Ortiz Bersañez, Pablo Gustavo Aguilar Ochoa y Luis Alberto Salas Catalán.El PRD metió a Esau Alquisira Urióstegui y Manuela Sánchez López; el PT a Rigoberto

domingo, 12 de julio de 2009

3.3.6.- NO GUBERNAMENTALES

Una organización no gubernamental (tanto en singular como en plural ONG) es una entidad de carácter privado, con fines y objetivos humanitarios y sociales definidos por sus integrantes, creada independientemente de los gobiernos locales, regionales y nacionales, así como también de organismos internacionales.

Jurídicamente adopta diferentes estatus, tales como asociación, fundación, corporación y cooperativa, entre otras formas. Al conjunto del sector que integran las ONG se le denomina de diferentes formas, tales como organizaciones de la sociedad civil, sector voluntario, sector no lucrativo, sector solidario, economía social, tercer sector y sector social. Su membresía está compuesta por voluntarios. Internamente pueden tener un bajo o alto grado de organización. El financiamiento de actividades, generalmente, proviene de diversas fuentes: personas particulares, Estados, organismos internacionales, empresas, otras ONG, etc.
La expresión Organizaciónes no Gubernamentales (ONG) nació a raíz de la invitación recibida por algunas organizaciones sociales por parte de la ONU en la década de 1960, para asistir sus asambleas como invitadas. Dado que la ONU es una organización de estados se buscó diferenciar los niveles.

Las ONG tienen como radio de acción desde un nivel local a uno internacional. Cubren una gran variedad de temas y ámbitos que definen su trabajo y desarrollo. Dichos temas están relacionados con ayuda humanitaria, salud pública, investigación, desarrollo económico, desarrollo humano, cultura, derechos humanos, transferencia tecnológica, ecología ,etc.

No tratan de reemplazar las acciones de los Estados u organismos internacionales en sus correspondientes países sino de cubrir y ayudar en aquellas áreas en las cuales no existen política sociales o económicas, o bien cuando estas políticas resultan insatisfactorias para algunos grupos de la sociedad. También denuncian las infracciones de los gobiernos, la corrupción y los abusos.


Historia de las ONG [editar]Han existido aproximadamente desde el siglo XIX. Una de las más antiguas es la Cruz Roja. El reconocimiento formal de las ONG es a partir del artículo 71 de la Carta de las Naciones Unidas (1945):

El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas podrá hacer arreglos adecuados para celebrar consultas con organizaciones no gubernamentales que se ocupen de asuntos de competencia del Consejo.
Además de participar del sistema de las Naciones Unidas, también lo hacen a nivel de los Estados nacionales que correspondan en calidad de observadores, consultores, ejecutantes de proyectos, como una forma de presión social ciudadana, etc.

Desde entonces el Consejo Económico y Social ha pasado de 41 ONG reconocidas con el status de consultivas en 1946 a unas 2350 ONG (2003). Número mucho mayor si se incluyen a las que actúan sólo a nivel local y regional.

A nivel local pueden ser creadas para ayudar a los niños de la calle, alfabetización, superación de la pobreza, facilitar el acceso a vivienda y bienes, realizar investigación social, educación popular, defensa del medio ambiente, defensa de los derechos de los consumidores, ayuda social, promoción cultural, integración social, entre muchas otras.


Tipos de ONG [editar]Una clasificación usada para los tipos de ONG, puede ser:

Organizaciones voluntarias
Agencias y organismos de servicios no lucrativos
Organizaciones comunitarias o populares
Organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD)
Organizaciones de Inmigración
Algunas actividades a nivel internacional afrontadas por las ONG son:

Garantías de la aplicación de tratados internacionales humanitarios.
Promoción y denuncia de los abusos de los derechos humanos.
Vivienda social.
Ayuda humanitaria.
Protección del medio ambiente.
Laborales y medioambientales.
Cooperación para el desarrollo.
Ayuda a la infancia.
Ayuda y orientación a la Tercera Edad.
Inmigración.
Gestión de riesgos de desastres.
Comunicación para el desarrollo.
Participación ciudadana.
Organizaciones no gubernamentales en Argentina [editar]En total crecimiento. En el país hay actualmente alrededor de 60.000 ONG reconocidas y 380.000 personas trabajando en ellas. Y por año se distribuyen millones de dólares en ayuda comunitaria. De todos modos creo que puede crecer mucho más. Y ser más estable. Es que en el país la solidaridad se moviliza más cuando ocurre alguna catástrofe por fenómenos naturales como terremotos e inundaciones. En los últimos 10 años, influenciado por los medios de prensa que son unos grandes sostenedores de los movimientos voluntarios y sociales, se ha producido un cambio. La difusión de lo que hacen las ONG ha llevado a que cada día más gente dedique su tiempo a ayudar a quienes lo necesitan.

3.3.5.- INTELECTUALES

Un intelectual es aquella persona que dedica una parte importante de su actividad vital al estudio y a la reflexión crítica sobre la realidad. La intelectualidad es el colectivo de intelectuales, agrupados en razón de su proximidad nacional (intelectualidad española, francesa, mexicana, argentina...) o ideológica (intelectualidad liberal, conservadora, progresista, nacionalista, comunista, fascista, libertaria, etc..).

El término "intelectual" es acuñado en Francia durante el Caso Dreyfus para designar al conjunto de personajes de la ciencia, el arte y la cultura que apoyaban la liberación del capitán judío Alfred Dreyfus acusado injustamente de traición. El termino está dotado socialmente de un valor de prestigio. Se entiende que esa actividad dedicada al pensamiento tiene una dimensión y una repercusión públicas que se consideran muy valiosas. El problema que se deriva de ello es que, en muchas ocasiones, la aplicación del término depende del grado de afinidad ideológica, política, etc. que tenga quien lo aplica con respecto de la persona que se esté considerando.


Intelectual orgánico [editar]En terminología marxista, particularmente desarrollada por Gramsci, la labor del intelectual es, bien la justificación ideológica de la superestructura político-ideológica existente, en beneficio del predominio social de la clases dominantes; bien su crítica, en beneficio de las clases dominadas. Sobre todo en éste último caso, el intelectual, aun proveniendo personalmente de una clase superior, puede optar por el compromiso con la condición de los más desfavorecidos, trabajando intelectualemente para ellos como intelectual orgánico, lo que incluye su desclasamiento. Así se entendería la posición del propio Carlos Marx. Es más habitual el caso contrario: el desclasamiento de un intelectual personalmente proveniente de una clase inferior que pasa a identificarse con los intereses de la clase dominante. Carlos Monsivais opina que los intelectuales de la derecha (que son relativamente escasos) con frecuencia apoyan fuerzas conservadoras [1].

Según José María Rosa[1]

Inteligentes, de intus legere ("leer adentro"), comprender, no es adjetivo a aplicar sin riesgo a los eruditos, lectores, viajeros o profesores que brillaban en los salones de los años veinte. La realidad no se lee: se siente, e –indispensablemente- se la acepta y uno se integra a ella, o se la rechaza por incompatibilidad de piel o conveniencias personales.
No obstante, el desprecio y la desconfianza por la condición del intelectual fue una constante del movimiento obrero en general y del comunismo en particular, sobre todo durante el estalinismo, en que el intelectualismo (término a no confundir con el intelectualismo entendido como actitud filosófica) era uno de los desviacionismos perseguidos y reprimidos mediante violentas purgas; oponiéndolo al obrerismo, la valoración de la condición de los que se habían formado en la lucha del movimiento obrero desde el trabajo manual. En el entorno de la española Dolores Ibárruri (La Pasionaria) durante su exilio en la Unión Soviética se acuñó la expresión, utilizada como insulto, intelectuales cabezas de chorlito. Otra similar, muy extendida, era tonto útil. También solía asociarse con el concepto genérico de pequeñoburgués.[2]

De un modo contrario, era elogiosa la expresión compañero de viaje, que no obstante, era también utilizada peyorativamente, sobre todo desde una óptica anticomunista. Propiamente hacía referencia a quien colaboraba estrechamente con el partido, aunque no militara en él.


Ética del intelectual [editar]El intelectual tiene como deber moral educar a todo aquel que se encuentre en contacto con él, sin herirlo. De esta manera lograría de manera efectiva el objetivo de enseñar al ignorante. El intelectual debe analizar de forma crítica y objetiva la realidad de los países y del hombre. Por lo tanto, el intelectual desarrolla su intelecto no como mera vanagloria, sino como una minúscula contribución al progreso del mundo. Muchas palabras, dichos y frases célebres de intelectuales de todos los tiempos han inspirado y seguirán inspirando a personas de una gran diversidad.


Labor del intelectual [editar]El intelectual medita, reflexiona, discurre, se inspira, goza, busca, investiga, analiza, discierne, desmenuza, razona, contrapone conceptos, filosofa, organiza las ideas, proyecta, imagina, especula, atribuye causas a los efectos y efectos a las causas, interconecta fenómenos... en fin, hace uso de las limitadas pero a su vez vastas capacidades de la mente humana.

Mientras se considera que el intelectual trasciende, el mediocre no lo hace. Por ello se plantea el problema: "¿Cómo libramos a los intelectuales de la mediocridad?" No es simple. Se reta a los intelectuales a que empleen su intelecto para resolver esta situación, que persiste no sólo en los intelectuales sino en las personas en general.

Una de las funciones que los intelectuales públicos deben desarrollar es, según Amitai Etzioni, cuidar de las "communities of assumptions" ("suposiciones colectivas") que sostienen los ciudadanos[cita requerida]. Además de ello, renovar, recrear, rehacer, reconstruir, abrir, imaginar o transformar esas asunciones sociales compartidas que, resistentes al cambio, tienden a rutinizar su existencia en términos de tradiciones establecidas. El intelectual, al abrirse a las interpretaciones alternativas de la realidad, amplía la perspectiva de los ciudadanos y trata de transformar el mundo mediante la palabra.

Por otro lado, Paul Berman ha señalado el problema que tiene para los intelectuales la pérdida de un público atento que escuche, como fueron en su momento escuchados Hanna Arendt, Theodor Adorno, Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Bernard Shaw, Ortega y Gasset, etc.


Ambigüedad del término [editar]En España, podría entenderse que el filósofo Julián Marías ha merecido el calificativo de intelectual por una mayoría de conciudadanos. Sin embargo, al acercarse a ámbitos de la realidad más conflictivos, la falta de concordancia es más acusada. Muchos ciudadanos no dudarían en calificar a Ignacio Ramonet de intelectual debido a su labor periodística e ideológica de reconocido impacto e influencia en sectores progresistas; otros, debido precisamente a esa orientación ideológica, rechazarían el aplicarle tal calificativo sin dudarlo.

No existen, por tanto, criterios absolutamente objetivos para identificar como intelectual a nadie. Se trata de una palabra cuyo significado está matizado por percepciones sociales, lo que la convierten en inestable e imprecisa.
Un tema controvertido es el de si un intelectual debe entenderse como un personaje esencialmente crítico, al estilo de Octave Mirbeau, Jean-Paul Sartre, Noam Chomsky o de Edward Said, o bien se trata de un concepto que abarca una mayor amplitud de actividad. Sea como fuere, parece que la tendencia a la crítica y a la adopción de puntos de vista fuertemente normativos resulta consustancial al intelectual: un elemento común a todos los intelectuales es que su pensamiento trata de producir efectos en el mundo. En este sentido, pensar de ese modo, pensar activamente, intervenir mediante la reflexividad, exige replantear, ver las cosas desde otro punto de vista, contribuir a legitimar o deslegitimar ciertas prácticas e instituciones y, en definitiva, poner en cuestión el discurso y el mundo que viene dado.

3.3.4.- CLASES

CLASES

Clase social es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos comparten una característica común que los vincula socioeconómicamente, sea por su función productiva o "social", poder adquisitivo o "económico" o por la posición dentro de la burocracia en una organización destinada a tales fines. Estos vínculos pueden generar o ser generados por intereses u objetivos que se consideren comunes y que refuercen la solidaridad interpersonal. La formación de un sistema de clases depende del hecho de que sus funciones sociales sean, independientemente de la existencia de una vinculación orgánica, mutuamente dependientes a un marco social mayor.
La adscripción a determinada clase de un individuo se determina básicamente por criterios económicos, a diferencias de lo que sucede en otros tipos de estratificación social, basados en castas y estamentos, donde el criterio básico de adscripción en principio no es económico (aunque la adscripción a un determinado grupo pueda conllevar secundariamente condicionantes económicos).

Generalmente, para el conjunto de individuos que configura una clase existen unos intereses comunes, o una estrategia social maximizadora de su poder político y bienestar social. En ciertos casos,un cierto número de individuos se desentiende de los intereses de su clase social.
Las condiciones económicas que conllevan la adscripción a una u otra clase generalmente están determinadas por el nacimiento y herencia familiar. Así en la mayoría de las sociedades los hijos de las clases desfavorecidas a lo largo de su vida seguirán formando parte de las clases desfavorecidas, y los hijos de las clases más acomodadas tienen mayor probabilidad de ser parte durante el resto de su vida de la clase acomodada. [cita requerida]
El conjunto de las clases sociales y sus relaciones, forman un sistema de clases que es típico de las sociedades industriales modernas. En este tipo de sociedad se reconoce una mayor movilidad social que en otros sistemas de estratificación social. Es decir, todos los individuos tienen la posibilidad de escalar o ascender en su posición social por su mérito u otro factor. La consecuencia es la ruptura con las organizaciones estamentarias donde cada persona esta ubicada según la tradición en un estrato específico, normalmente para toda la vida.

Sin embargo, pese a estas posibilidades de ascenso, el sistema de clases no cuestiona la desigualdad en sí misma, sobre todo en países del tercer mundo donde existen combinaciones de clases y estamentos, develando un ethos colonial. La clase social a la que pertenece un individuo determina sus oportunidades, y se define por aspectos que no se limitan a la situación económica. También incluyen las maneras de comportarse, los gustos, el lenguaje, las opiniones... Incluso las creencias éticas y religiosas suelen corresponderse con las de un estatus social o (posición social).

Un sistema de clases es por tanto, una jerarquización colectiva, donde el criterio de pertenencia lo determina la relación del individuo con la actividad económica, y principalmente, su lugar respecto de los medios de producción y dicha condición puede estar estrechamente correlacionada con la herencia familiar.


Clase social en Marx [editar]Para Carlos Marx las clases sociales pueden entenderse de dos formas, sea como: 1) grupos de individuos que se definen por una misma categorización de sus formas de relacionarse con los medios materiales de producción (particularmente la forma de obtención de sus rentas), o 2) una conciencia de clase entendida como la creencia en una comunidad de intereses entre un tipo específico de relaciones socioeconómicas. La doctrina marxista intenta descubrir la objetividad de la existencia de las clases (clasificaciones) socialmente relevantes a través de la formación de intereses subjetivos yuxtapuestos y en contraposición a otros grupos de intereses comprendidos en forma similar. Las clases sociales aparecen entonces como dualidades antagónicas en un contexto histórico de conflicto cuyo eje central es el materialismo histórico. De ese enfrentamiento mediado por la historia surge la lucha de clases que es la manifestación misma del conflicto de los intereses económicos de los individuos.

Marx destacó que, a diferencia de todas las anteriores sociedades de la historia de Occidente con múltiples grupos de clases antagónicas, en la moderna sociedad capitalista la repartición desigual del capital se simplifica en la formación de dos grandes clases caracterizadas por esta "distribución": el proletariado y la burguesía. Esta última por su función social originaria dispondría del capital físicamente, esto es: económicamente, y por ende de los medios de producción. Le sería propio a esta clase el modo de producción denominado capitalismo y su apoyo teórico, el liberalismo, comprendido como su epifenómeno ideológico. El marxismo, en tanto teoría y explicación causal de la realidad, ha llegado a autointerpretarse como la ideología de la clase proletaria, pero esto llevó a una paradoja de autorreferencia por la cual la misma noción marxiana de clase y de "ideología de clase" se vuelve la reificación de esta clase particular, noción que es a su vez parte de la doctrina y cuyo criterio de verificación (el éxito en el proceso histórico) se vuelve inverificable. Otras corrientes marxistas han entendido su pensamiento sociológico como un criterio objetivo y universal de análisis de la realidad testeado por su carácter progresista, o bien en términos políticos como un programa filosófico de acción revolucionaria.

En el marxismo, el proletariado, como clase oprimida capaz de superar a la burguesía, debía de unirse contra ésta para romper con su explotación. Siendo su negación dialéctica y sin haber generado dentro de sí nuevas clases opresoras u oprimidas, se volvería el instrumento de la negación de la sociedad con clases. La condición de su transformación en clase política era la superación de sus diferencias geográficas y culturales ("¡Proletarios de todos los países, uníos!" había sentenciado en la última página del Manifiesto Comunista) y el descubrimiento de su conciencia de clase para así superar la alienación. Lograr superar su condición como grupo explotado llevaría a dos etapas finales en la evolución histórica de las formas de producción occidentales (a diferencia del históricamente invariado modo de producción asiático). Las etapas primera y final del comunismo como modo de producción son diferenciadas por el marxismo doctrinario, de manera similar a la categorización de Durkheim, como dos organizaciones sociales diferentes más que como una transición permanente:

Socialismo: Persistencia de las clases sociales no poseedoras y representación política de su consciencia mediante un partido político. Propiedad pública de la producción provisionalmente traspasada al Estado. Distribución por función.
Comunismo: Abolición de la división del trabajo y el dinero. Colectivización total de la sociedad civil. Disolución de cualquier forma de clase y absorción de las funciones colectivas del Estado. Distribución por necesidad.
Si bien el triunfo de la acción política marxista no probó la tesis del materialismo histórico sobre la validez de la propia doctrina, y la estrategia leninista se materializó sin cumplir las expectativas que se tenían de ella, su dialéctica provocó un giro total en la política y la historia moderna. La específica aplicabilidad de la teoría de Marx al orden capitalista se explicaría, según el marxista Karl Reitter, en los siguientes términos:

El resultado de la relación de clases es acumulable a voluntad en forma monetaria y susceptible además de ser reutilizado en otro momento y otro lugar al objeto de reproducirse otra vez. Todas las demás relaciones son diferentes: ninguna de ellas muestra esa particularidad. El hecho de que esa particularidad pudiera desarrollarse históricamente se explica por el despliegue de lo socioeconómico en tanto que esfera intratable. De nuevo, la descomposición del feudalismo, la separación de la esfera del Estado político respecto a la sociedad permitió tematizar la economía como una relación social. En sentido estricto, sólo puede hablarse de economía dentro del modo de producción capitalista. Tal y como Polanyi ha puesto de manifiesto, en las sociedades precapitalistas lo económico se presenta estructural e inextricablemente vinculado a referencias políticas, morales, señoriales y culturales. Por ejemplo, un análisis de la dinámica económica en su forma pura, tal y como el que Marx llevó a cabo en el caso del modo de producción capitalista, no es posible en absoluto para una economía de la antigüedad. Así, pues, hay motivos para pensar que los conceptos de clase y de modo de producción sólo pueden aplicarse en sentido categórico al capitalismo.[1]
Las transformaciones sociales al iniciar el siglo XX llevaron a que aparecieran nuevos aportes, entre ellos los que fueron realizados por Weber y Durkheim.


Clase social en Weber [editar]Max Weber contribuyó a atender la complejización social de occidente en el siglo XX (aparición de capas medias, burocracia, etc) y comprender desde una lógica de la acción social y la racionalidad. Es un error ver a Weber como el verdugo de Marx (como la sociología funcionalista lo hizo creer desde Talcott Parsons) aún siendo éste liberal y cercano al mundo religioso. La distancia está más bien en el enfoque más reduccionista dado al marco teorico de Marx (primacía del factor material económico-tecnológico para explicar el capitalismo y otras formas socioeconómicas como necesidades históricas evolutivas) algo que Weber trata de refutar a través de su tesis sobre la ética protestante y principalmente mediante su comprensión de la acción social:

La sociología interpretativa o comprensiva considera al individuo y su acción como su unidad básica. Como su átomo, si puedo permitirme emplear excepcionalmente esta discutible comparación (...) en consecuencia la teoría de la sociología consiste en reducir estos conceptos a «acciones comprensibles», es decir, sin excepción, aplicables a las acciones de hombres individuales participantes.
Con su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo presentaría la tesis pluricausal según la cual si bien puede existir una evolución propia para la sociedad (Comte), el pensamiento (Hegel) y la tecnología (Marx), ninguna es infraestuctura determinante para la otra, así como también cada una de estas puede describir en el camino de su desarrollo trayectos diferentes tanto por sí misma como por influencia de las otras. Weber descubrió cómo la actitud de austeridad y negación del ocio (negocio) en función del lucro del capital que sistematizara Benjamin Franklin se generalizó sólo como derivado del ascetismo intramundano propio de las principales variantes de la ética calvinista, y cómo ésta fue condición de existencia de la modernidad burguesa en Occidente:

El hecho que exige explicación histórica es este: en el centro más altamente capitalista de su época, la Florencia de los siglos XIV y XV, mercado de dinero y capital de todos los grandes poderes políticos, esta actitud era considerada éticamente injustificable o, cuanto más, tolerable; mientras que en el siglo XVIII, en las lejanas poblaciones pequeñoburguesas de Pensilvania, donde los negocios amenazaban reducirse al trueque por mera falta de dinero, donde apenas había signos de una gran empresa, donde solo se esbozaban los comienzos de un régimen bancario, se veía en ella la esencia de la conducta moral, impuesta incluso en nombre del deber. Hablar aquí de un reflejo de las condiciones materiales en la superestructura ideal sería flagrante tontería. ¿Qué constelación de ideas explicaría el tipo de actividad dirigida en apariencia hacia el puro lucro, como una vocación por la cual el individuo se sintiera éticamente obligado? Pues ésta fue la idea que dio justificación y fundamento ético a la modalidad del nuevo empresario.[2]
Respecto a la teoría de la acción social, el individualismo metodológico weberiano contrasta con la visión marxista de la sociedad como una suma dialéctica de "relaciones" socioeconómicas similares que conforman dualidades de clases contrapuestas y que conforman la vida individual, así como se opone al colectivismo durkheimiano en el cual la sociedad en tanto organización tiene existencia autónoma como una totalidad orgánica social-moral en proceso interno de transformación:

Tratar conceptualmente la "clase" como si tuviera el mismo valor que la "comunidad" conduce a una distorsión. Hay un hecho importante, y después de todo, bastante simple, que ayuda a comprender los acontecimientos históricos: los hombres colocados en la misma situación de clase reaccionan por lo común con actos masivos ante situaciones tan tangibles como las económicas, en dirección de los intereses más adecuados para su número. Por sobre todo, este hecho no debe estimular ese manejo pseudocientífico de los conceptos de "clase" e "intereses de clase" tan común en estos tiempos, y que ha encontrado su expresión clásica en la afirmación de un autor de talento, según el cual el individuo puede equivocarse respecto de sus intereses, pero la "clase" es "infalible" en lo que atañe a los suyos.[3]
Weber distingue entre clases sociales, grupos de estatus y partidos políticos, estratos distintos que corresponden respectivamente a los órdenes económico, social y político.
Las clases sociales se definen por la relación económicamente determinable entre sus miembros y el mercado. Éstas son sólo una de las formas de la estratificación social, atendiendo a las condiciones de vida material, y no constituyen un grupo consciente de su propia unidad más allá de ciertas condiciones sin necesaria comunidad de intereses.
Los grupos de estatus se distinguen por su modo de consumo y por sus prácticas sociales diferenciadas que dependen a la vez de elementos objetivos (los que después Pierre Bourdieu llamaría capital social) y de otros puramente subjetivos como la reputación (el honor, el prestigio, etc.)
Los partidos políticos pueden acceder al poder estatal y alterar con mandatos concretos las reglas abstractas de la sociedad, utilizando su influencia para obtener beneficios ideales o materiales para sus miembros, los cuales unifican en forma institucional intereses y estatus sociales comunes preexistentes al Estado o generados desde él.
El contexto histórico presenta la llegada de una clase media ya fortalecida tras la experiencia del fordismo y que se sumaría como un actor de peso entre el proletariado y la burguesía, aunque con la salvedad de ser un estado de tránsito permanente. La complejización de este proceso, traspasó su carga teórica a la sociología contemporánea (desde mediados de los 70) la que se hizo cargo de este problema en un contexto de crisis de la sociedad moderna-industrial tal como se había conocido históricamente.
Clase social en la sociología contemporánea [editar]La nueva complejización de la sociedad desde fines del siglo XX hasta el siglo XXI fue provocando encuentros entre las posturas actualizadas de Weber y Marx (neoweberianos y neomarxistas) aunque, por otro lado, continuaba la producción teórica más ortodoxa del marxismo y la funcionalista contemporánea (que se asocia técnicamente a la justificación del neoliberalismo), cuya figura de mayor peso sería Niklas Luhmann, quien basó su revisión de la teoría de sistemas en las tesis del biólogo chileno Humberto Maturana (autopoiesis) que encuentra justificación casi matemática en la sociedad contemporánea a diferencia del resto de las teorías sociales. Convergen neomarxistas y neoweberianos en la complejización contemporánea de las clases sociales, la desigualdad social creciente y el caos teórico producido en la transformación del trabajo. Entre los teóricos destacados del análisis de clase contemporáneo están Goldthorpe, Erik Olin Wright, Erikson y Ralf Dahrendorf.

3.3.3.- ELITES

ELITES
Teoría de las Élites

Elite, -como todas las palabras- se ha transformado a través de la historia, adquiriendo diferentes acepciones. "El término francés élite es el sustantivo correspondiente al verbo elire (escoger) y hasta el siglo XVI, fue tan solo choix (elección, acción de escoger)"En el siglo siguiente adquirió más que todo un sentido comercial, para designar a los bienes de calidad especial y fue en el siglo XVIII, cuando se empezó a determinar mediante esta palabra a algunos grupos sociales y, con tal sentido pasó al inglés. Elite empezó a constituirse en el significado que hoy es usual durante la Belle Epoque, y se difundió extraordinariamente al socaire de la boga de los autores "Maquiavelistas" en el primer tercio del siglo XX. Así entonces, en el amplio sentido, se indicaba con esta palabra a quienes tenían las más altas aptitudes frente al promedio general y, en un sentido más restringido, se refería al grupo que G. Mosca denominó "clase política". Más tarde W. Pareto, hace una distinción entre "Elite no gobernante" y "Elite gobernante", que ejerce el control efectivo del poder. En este sentido se suele asimilar élite a la "clase dominante" o de oligarquías, como lo hizo R. Michels. Los teóricos clásicos de las élites, Mosca, Pareto y Michels -éste último centrado en la organización de los partidos políticos- fueron calificados de "Maquiavelistas". La visión maquiavélica lleva implícita la trasposición de la conducta de un Príncipe a las acciones de las élites políticas decisoras. Estos autores son los que al principio del presente siglo, de manera secuencial por la misma época y respondiendo a situaciones concretas de las realidades por ellos vividas, cuestionaron el Estado democrático (y aún el socialista) como garantizador de las igualdades; en el cual siempre se observa que una minoría tiene la facultad o el poder de imponer sus decisiones minoritarias sobre la mayoría. Sin embargo, la verdadera importancia del elitismo clásico estriba, a nuestro entender, en el empeño que pusieron sus principales representantes en sentar las bases de una nueva forma de entender las ciencias sociales en general y, muy en concreto, la ciencia de la política. Una nueva disciplina en la cual el concepto de élite política o de clase política (según el autor considerado variará la denominación) va a convertirse en el eje central de todo el razonamiento. Es preciso, por tanto, comenzar haciendo una referencia hacia el estudio de los fenómenos políticos, presente sobre todo en los estudios de Pareto y Mosca.
El origen de la teoría de las élites La teoría de las élites tiene su punto de arranque en la constatación, fácilmente observable, de que en toda sociedad hay unos que mandan, gobiernan y dirigen (la minoría) y otros (los más) que obedecen y son gobernados. El fundamento de la teoría está, pues, en la oposición entre quienes detentan el poder, las élites, y los que no tienen poder, las masas, que son dirigidos por aquéllos. La definición de Pareto Vilfredo Pareto ha sido quien ha dado al término y a la noción de élite carta de ciudadanía en Sociología. En opinión de este autor, la élite está compuesta por todos aquellos que manifiestan unas cualidades excepcionales o dan pruebas de aptitudes eminentes en su dominio propio o en una actividad cualquiera. Como se habrá advertido, Pareto define la élite en términos muy parecidos a como la entiende el sentido corriente: le atribuye un valor cualitativo. La élite, a su juicio, esta integrada por miembros "superiores" de una sociedad, por aquellos a quienes sus cualidades eminentes deparan poder o prestigio. Por lo demás, a la luz de esta noción de élite es preciso comprender la teoría de la "circulación de las élites" de Pareto. De acuerdo con esta teoría, la pertenencia a la élite no es necesariamente hereditaria: no todos los hijos tienen las cualidades eminentes de sus padres. Se produce pues una incesante sustitución de las élites antiguas por otras nuevas, salidas de las capas inferiores de la sociedad. Cuando tiene lugar esta constante circulación de las élites, se mantiene más firmemente el equilibrio del sistema social, en la medida en que esa circulación asegura la movilidad ascendente de los mejores espíritus. La circulación de las élites concurre al mismo tiempo que el cambio social, porque trae consigo a su vez la circulación de las ideas. La definición de Mosca Gaetano Mosca cree que la élite está compuesta por la minoría de personas que detentan el poder en una sociedad. Esta minoría es asimilable a una auténtica clase social, la clase dirigente o dominante, porque aquello que constituye su fuerza y le permite mantenerse en el poder es precisamente su organización, su estructuración. Existen, en efecto, diversos vínculos que unen entre sí a los miembros de una élite dominante, etc. Estos lazos o vínculos aseguran a la élite una unidad suficiente de pensamiento y la cohesión propia de grupos característicos de una clase. Dotada ya de poderosos medios económicos, la élite se asegura, además, por su unidad, el poder político y la influencia cultural sobre la mayoría mal organizada. Esto explica el papel histórico de la élite. Pero la élite no es totalmente homogénea. En realidad, está estratificada. Casi siempre cabe observar en ella un núcleo dirigente, integrado por un número reducido de personas o de familias que gozan de un poder muy superior al de las demás. Este núcleo rector desempeña las funciones de liderazgo en el seno de la élite: constituye una especie de superélite dentro de la élite. El liderazgo en cuestión presta a la élite una fuerza y eficacia mayores aún. Mosca concluye finalmente en la posibilidad de elaborar una explicación completa de la historia a partir de un análisis de las élites rectoras. La historia se le antoja como animada por los intereses y las ideas de una élite establecida en el poder. Por tanto, el hecho innovador de Mosca y Pareto fue incidir en que un grupo minoritario del sistema social se encargara de dirigirlo y que esta minoría se distanciara y escapara del control de la mayoría (Parry, 1980, p. 31). Por lo tanto, un primer y único acotamiento que introdujeron los clásicos fue el de contraponer la élite a la parte de la población excluida de la misma, la no-élite (élite vs masa). Ambos autores identifican un grupo dirigente frente a otro que es dirigido, a un conjunto de personas que monopolizan el poder político frente al resto que se ve desposeído de él. A los clásicos sólo les interesa aquellas personas que dominan los accesos generales de las fuentes de poder; no contemplan la posibilidad de que este grupo, grande o pequeño, se encuentre subdividido en unidades más pequeñas que se correspondan con las divisiones del tejido social. No se puede hablar de varias élites sino de una única élite, la élite política. En el campo militar, en el religioso, en el económico se hallan personas con las categorías "residuales" superiores -según la terminología paretiana-; sin embargo, constituyen el centro de atención aquellas personas cuyas categorías "residuales" superiores les confieren las claves de acceso al poder. En líneas generales, subyacen dos grandes diferencias entre los dos representantes de la "Escuela italiana de los elitistas". Por un lado, el concepto utilizado por ambos -dirigentes, élite (Pareto), clase política (Mosca)- varía. Según Rebenstorf, Pareto ve en el grupo dirigente, personas individuales que llegan a la cumbre por ser los mejores. Según él, aquéllos que tengan los residuos apropiados, serán capaces de ascender. No obstante, no presupone ninguna cohesión entre aquéllos miembros de la élite que tengan los mismos residuos, para él no tiene ningún sentido la formación de una esencia política común. Frente a este modelo individual, abierto, de elección de los mejores, se opone el modelo de Mosca, la clase política. Aunque Mosca acepta el fenómeno de la dominación de la minoría como universal, su existencia depende del grado de institucionalización logrado; no se entiende su posterior reproducción si no es a través de las organizaciones burocráticas. Los miembros de la clase política no son los mejores en el sentido paretiano, sino que su acceso al poder depende de la educación, que es mediatizada por el origen social. El éxito de la clase política está condicionado a su capacidad para obtener una mayor integración social. Frente al individualismo de Pareto, el concepto de la clase política traduce mejor la cohesión entre los miembros de la misma y la conciencia de la propia posición del individuo en relación con el resto (Rebenstorf, 1993, p. 18 y 29). Por otro lado, se atisban ligeras disimilitudes en la interpretación de ambos autores de la obtención y el mantenimiento del poder por parte de las élites. Mientras que Pareto no presta atención al posible papel que puedan jugar las condiciones sociales ambientales en la transformación y la "circulación" de las élites; Mosca, sin embargo, señala que el cambio del equilibrio de poderes en las sociedades democráticas puede influir notablemente en su composición .
Unidad o pluralidad de las élites La dicotomía de la élite gobernante y la masa dirigida expuesta por primera vez por los autores clásicos no exterioriza la diferenciación de la sociedad en toda su dimensión. Sin embargo, estas connotaciones ideológicas que aparecen en las teorías elitistas de los clásicos, han seguido marcando también los estudios más recientes sobre las élites, aunque con distintos matices y diferenciaciones. En este sentido, ha existido toda una controversia, que data ya de varias décadas, sobre la configuración de la estructura de poder que caracteriza a las sociedades industriales modernas. El punto central de esta controversia radica en saber si nuestras sociedades occidentales están regidas por una élite dominante que controla los principales mecanismos de poder, económico, político e ideológico, o si, por el contrario, ante una pluralidad de élites, cuyo poder e influencia se ven en la práctica contrastados y compensados entre sí, alcanzando de este modo algún tipo de equilibrio. Así, mientras unos hablan de "élite del poder" y de "establishment", otros insisten en la existencia de "pluralismo político" y de "equilibrio de poderes". El primer punto de vista responde a lo que se ha venido en llamar la "teoría elitista", el segundo viene siendo conocido como la concepción "pluralista-democrática". Veamos brevemente las argumentaciones de una y otra posición. Entre los de la teoría "elitista", están sin duda los estudios aparecidos en los años 50 de dos sociólogos americanos: F. Hunter y C. Wright Mills. El libro de Hunter, Community Power Structure, se centra en la estructura de poder de las comunidades locales, consideradas como un laboratorio de lo que sucedería en el nivel nacional. La principal conclusión de Hunter es que en la ciudad estudiada, Atlanta concretamente, el poder estaba en manos de un reducido número de líderes que controlaban los principales resortes decisorios en la vida de la comunidad. En un trabajo posterior, Hunter concluiría diciendo que "los hombres más influyentes en la formación de la política nacional se encuentran en las grandes ciudades, manejando las grandes empresas corporativas y usando su influencia para conseguir que el gobierno se mueva de acuerdo con sus intereses" . El tiempo ha demostrado que es difícil extrapolar al ámbito nacional los resultados obtenidos en la esfera local, y que tampoco pueden ser comparables los estudios de las corporaciones locales encuadradas en sistemas políticos diferentes (Herzog, 1982, p. 103). Si los trabajos de Hunter levantaron fuertes reacciones en la comunidad académica americana, mayores fueron aún las que suscitaron con ocasión de la publicación por C. Wright Mills de su obra The Power Elite. En ella, Mills trata de demostrar que las grandes masas de la población americana están dominadas por un reducido número de gente que configuran la élite de poder en la sociedad americana: los propietarios y managers de las grandes corporaciones, los políticos, y los altos mandos militares; tres grupos que confluyen conjuntamente en las altas esferas de sus respectivas pirámides institucionales, formando una élite de poder con múltiples lazos e interconexiones entre sus miembros. Esta unidad de la élite de poder se apoya, según Mills, no sólo en las coincidencias estructurales de las posiciones de mando y de sus respectivos intereses objetivos, sino también en la acción directa que unos y otros llevan a cabo para coordinar sus actuaciones conjuntas, al igual que en toda la red de relaciones sociales que mantienen entre sí los miembros de cada uno de los sectores de la élite (idénticos orígenes sociales, relaciones familiares y personales, intercambio de individuos de las posiciones de un sector a otro, etc.) .Con Mills, ya no se habla de una clase de los mejores, ni tampoco de los elegidos; el elemento determinante es la estructura donde las personas se encuentran incardinadas. Es importante hacer notar que sólo las personas que ejercen el poder durante cierto tiempo forman parte de la élite; se desprecia así a aquellos que desempeñan el poder puntualmente. Como tesis, la élite del poder no era novedosa, pero los aportes de Mills están en caracterizar al poder como algo relacional dentro de una estructura social, a través de las altas posiciones y abandonar así la línea de las biografías como base para el estudio de las minorías. Frente a estos planteamientos, los teóricos "democrático-pluralistas" han pretendido siempre que la realidad del poder en las sociedades occidentales no responde a un esquema unitario de una élite de poder que parece controlarlo todo. Según ellos, el poder no está de hecho tan concentrado como la teoría "elitista" parece indicar; existe una pluralidad de grupos influyentes y de élites sociales, cada uno de los cuales ejerce su influencia en determinados sectores específicos, lo que impide que exista en realidad una única élite del poder. La respuesta contra esta concepción unitaria del poder se inició en los Estados Unidos con Dahl y su escuela. Su aproximación pluralista surgió como consecuencia del estudio de New Haven, ciudad norteamericana en la que analizó la composición de las élites locales. El examen histórico de los grupos dirigentes de la ciudad permitía aseverar el paso de una oligarquía patricia, que dominaba todos los recursos de forma acumulativa, al equilibrio de los diferentes grupos de líderes, cada grupo con un acceso a una combinación diferente de recursos políticos. En cualquier caso, ningún grupo tenía la capacidad de controlar totalmente la comunidad. Es lo que estos autores han llamado el "equilibrio de poderes" característico de la sociedad democrática. Para los teóricos pluralistas, el Estado, sujeto como está a una multitud de presiones diferentes, tiene como misión precisamente la de reconciliar los distintos intereses de unos y otros, tratando de mantener una cierta neutralidad y buscando de ordinario la solución de compromiso; única manera de poder tener una política democrática, competitiva y pluralista en las modernas sociedades industriales. La reacción a estas teorías "pluralistas", iniciada por Hunter y Mills según hemos visto, se ha visto prolongada posteriormente por nuevos estudios como el de G.W. Domhoff en Estados Unidos y los de S. Aaronovitch y R. Miliband en Gran Bretaña, aunque desde una perspectiva un tanto diferente ahora. Lo característico de estos estudios más recientes es que tratan de ligar la élite del poder a la clase dominante, a diferencia de los anteriores en los que el concepto de "élite" tendría a reemplazar al de "clase dominante" en el sentido marxista. Domhoff, por ejemplo, considera la élite del poder como "servidora de los intereses de la alta clase social; es su brazo ejecutor", en la medida en que son los miembros de esta clase alta quienes definen la mayoría de las cuestiones políticas, forman las propuestas de política general del país y, en definitiva, influyen y dominan completamente al gobierno (Domhoff, 1968, p. 258). En la misma linea, Aaronovitch, en su obra The ruling class, se centra fundamentalmente en ver cómo los capitalistas financieros, como clase económica, dominan políticamente. En sus propios términos, "los capitalistas de las finanzas pueden describirse verdaderamente como la clase dirigente si de hecho las decisiones políticas y económicas son tomadas por sus representantes y a favor de sus intereses". Lo que ciertamente ocurre en la sociedad inglesa, como trata de demostrar a lo largo de todo su estudio, ya que, debido al control que los capitalistas ejercen sobre el Estado, "las decisiones que afectan al bienestar y a las propias vidas de millones de gente se toman sin discusión pública o control popular efectivo" (Aaronovitch, 1961, p. 134 y 160). A idénticas conclusiones llega Miliband en The State in Capitalist Society, cuyo argumento central, apoyado en toda una serie de consideraciones teóricas y constataciones empíricas, es que en los regímenes de las democracias occidentales una clase económicamente dominante gobierna a través de instituciones democráticas. En este sentido, nos encontramos, pues, ante una clase dominante que, por su control sobre la vida económica de la sociedad, consigue también influenciar las decisiones políticas en defensa de sus intereses específicos de clase. La importancia de estudios como el de Miliband, a pesar de ciertas ambigüedades y puntos discutibles en su argumentación, estriba fundamentalmente en que nos hacen ver la debilidad teórica del concepto de "élites" para explicar el funcionamiento de nuestras sociedades capitalistas actuales, apuntando consiguientemente a la necesidad de acudir para ello al análisis de las clases y de sus relaciones sociales. Como ya apunto Mills y, posteriormente otros autores, en los últimos años los estudios sobre las élites han ido centrándose en el análisis de las formas de las redes de relaciones existentes entre las posiciones sociales ocupadas por los miembros de la élite, más que en el de las características individuales de los ocupantes. Por tanto, desde las estructuras se puede averiguar cómo se cumplen las distintas funciones de la dominación, la integración y la representación de los intereses sociales (Highley y Moore, 1981, p. 585). En definitiva, a las élites les distingue su localización estratégica en las organizaciones o en la sociedad para la toma de decisiones. Los grupos dirigentes no ejercen el poder ni en el vacio ni desde la nada, se amparan en las organizaciones mediante las que el Estado y la Sociedad se articulan. Estos estudios conectan el concepto de élite al de estructura. Las élites serán denominadas normalmente aquéllas personas, cuyo poder está institucionalizado, esto es, como expresión de una estructura de poder con una mayor o menor duración determinada (Hoffman-Lange, 1992, p. 19). Ello significa, como han apuntado diversos autores con posterioridad, que en la consideración de la sociedad y sus fenómenos claves debe producirse un desplazamiento del interés en las personas físicas como sujetos de las relaciones sociales. En efecto, las personas son contingentes y por tanto cambian y se renuevan. Por el contrario la reiteración de relaciones a partir de las aptitudes diferenciales y los entrecruzamientos e interconexiones de estas relaciones, dan lugar a una serie de espacios abstractos a los que conviene la denominación de posición en sociedad. En consecuencia, desde esta perspectiva, no existe la posición aislada sino una serie de posiciones que constituyen conjuntos correspondientes a la intersección de relaciones. Ahora bien, las relaciones no se dán sólo en el interior de los conjuntos posicionales, sino también entre las posiciones de cada conjunto y de los demás, de ahí que exista a su vez una red de complejidad aún mayor entre los conjuntos posicionales.

3.3.2.- ACTORES POLITICOS

mass media
delincuencia organizada
fuerzas armadas
empresas
gob. federal, estatal, municipal
gpos. e instituciones religiosas
partidos politicos
clases sociales

El sistema de partidos en nuestro país se encuentra en medio de una crisis de adecuación en la que los principales partidos políticos P.AN., P.R.I. y P.R.D; renovarán a sus directivas nacionales con el objeto de enfrentar las elecciones locales y federales en el 2003, cuando se integra una nueva cámara de diputados y se iniciará así la lucha por la permanencia en el poder del partido blanquiazul o su rechazo ciudadano a favor de otro instituto político en el año 2006.

La importancia del cambio de actores políticos nacionales, el primero en el siglo XXI, tiene tanto relieve, pues es inicio para poder entrar al contexto internacional del sistema de partidos, y acabar en parte con el presidencialismo y sus injusticias, además de poder entender mejor la vida pública y la democracia en México, tan oscura en el pasado, tan nebulosa hoy y esperemos clara y transparente en el futuro.

Bien escribió al respecto Pablo Neruda "México es una democracia dictatorial", que muchos admiraban, pero pocos entendían quizás entre estos Charles de Gaulle, Francoisse Mitterrand, Giscard D’Estaign, Richard Nixon, Salvador Allende, Fidel Castro, Nicolás Revele, Ben Bella, etc., a quienes cuando se les preguntaba sobre ello, sostenían que en México, había una "democracia aparente".

Así, es tarea para entrar en materia de quienes serán los nuevos líderes políticos en nuestro país, el pensar en terminar con esa imagen de democracia perversa, corrupta, fingida, o dictatorial o como quiera llamarse en el mundo, y que ahora ciudadanos y partidos debemos cambiar y mejorar por el bien de la sociedad civil en general y de México en lo particular.

Entre los cambios de dirección partidista, sobresale la participación de sus dirigentes y militantes a lo ancho y largo del país. Respecto al partido de Acción Nacional resalta que sus directivos serán elegidos mediante el voto de sus consejeros nacionales, de los cuales 8 son yucatecos, entre ellos, nuestro gobernador Patricio Patrón Laviada; y los candidatos son: el actual presidente del partido blanquiazul, Luis Felipe Bravo Mena, quien tiene entre su labor, no sólo haber contribuido para ganar la presidencia para Vicente Fox, sino también estar luchando por no convertir al instituto político que representa en una agencia electorera, como había pasado con su antecesora, el otro aspirante, dicen los que saben, con enormes posibilidades de ganar, es el ex gobernador de Guanajuato Carlos Medina Plasencia —amigo de gente muy poderosa como Carlos Salinas de Gortari y el presidente estadounidense George Bush— y quien entre otras frases célebres ha señalado últimamente, que de ganar la contienda "no será subordinado del jefe del Ejecutivo Federal", pero eso lo veremos -en todo caso- después.

El partido del sol azteca, también está inmerso en su renovación, la cual sabemos lo hará con nuevos procedimientos y métodos en los que —dicen—, usarán el voto universal, secreto y directo de sus militantes. Aquí el panorama está más claro porque el P.R.D. sigue siendo un instituto político con dueño y ese es el michoacano y tres veces candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas, quien apoya la fórmula para contender por la dirección nacional, encabezada por Rosario Robles Berlanga e Higinio Martínez Miranda, aquí nada tienen qué hacer los contrincantes como Jesús Ortega, quien incluso en sus declaraciones deja entrever que él es mera comparsa para apoyar una elección, aparentemente apegada a derecho, ante el órgano electoral que el próximo 17 de marzo se encargará de dar "legalidad" a la imposición a favor de la ex gobernadora interina de la ciudad de México.

El caso más complicado se da en el partido tricolor, en el que es inminente un "choque de trenes" que podría terminar con lo que resta del mismo, pues aunque Beatriz Paredes y Roberto Madrazo son generalmente afines, los interesados y simpatizantes están convencidos del triunfo de su favorito y la derrota de su contrincante y esto podría ser muy peligroso si no se llegase a un acuerdo cupular a tiempo, pues sumado a que al P.R.I. le ha costado mucho trabajo ser oposición —como en el caso del fraude a PEMEX—, ahora estas profundas diferencias en la elección interna para conocer los nombres de sus nuevos dirigentes nacionales el próximo 24 de febrero, podrían convertirse como el escenario más optimista el convertir al Partido Revolucionario Institucional en un "partido por la mitad".
Por último una reflexión: independientemente de los procedimientos para elegir a quienes resulten ser los nuevos actores políticos en el escenario nacional; después vendrá lo difícil, como responder a su militancia, recuperar la voz y las causas sociales de la ciudadanía, proteger las finanzas de las mayorías —caso Comisión Federal de Electricidad—, o sea, dar la cara por la sociedad, si no de nada les servirá ganar o perder las nuevas contiendas políticas a los próximos dirigentes de los más importantes partidos políticos nacionales y ante el mundo y nuestro pueblo seguiremos siendo en nuestro país una... "democracia sin pies ni cabeza".